Mes de Independencia? En El Salvador? … POR FAVOR….
(Antes que
nada quiero decir que amo a mi país El Salvador, y que todas las criticas u
observaciones son esperando un mejor país.)
Llegamos al mes más patriótico del año. Septiembre ha sido siempre,
el único mes en el cual izamos nuestra bandera azul y blanco con nuestro bello escudo y nuestros símbolos patrios.
Todos los niños en la escuela están felices de poder llevar a sus clases sus
banderitas para poder decorar su salón de clases y así poco a poco poderles
inculcar el amor a la patria.
No es mentira que nuestros
queridos proceres de la patria fueron muy valientes en su faena de liberarnos
de la soberanía española que teníamos en esos tiempos. No es mentira que LOS
VERDADEROS PADRES DE LA PATRIA fueron
capaces de hacer a un lado los beneficios propios, por el bien común que necesitaban todos los hermanos salvadoreños y también los
queridos hermanos centroamericanos.
Es orgullo para cada uno de los
salvadoreños, el poder contar con personajes tan heroicos y determinados como Jose Matías Delgado y Nicolás Aguilar, presbíteros y pensadores de
su época, los cuales fueron los que iniciaron el movimiento independentista en Centroamérica,
y que en un 5 de noviembre de 1811 junto Juan Manuel Rodríguez y Manuel Jose Arce (políticos
y militares) tocaron las campanas de la Iglesia de la Merced en San Salvador,
El Salvador. Dando así el primer grito de independencia de Centroamérica.
Uno de los mayores orgullos que
podemos tener como salvadoreños es el de tener a un Manuel Jose Arce, que fue el primer presidente de la Republica Federal
de Centroamérica, siendo este descendiente directo de Sancho de Barahona “El
Viejo”, uno de los conquistadores que estaban con Hernán Cortez en Tenochtitlán
y luego con Pedro de Alvarado. Es muy irónico esto, ya que cuando fungió como
presidente hizo grandes cambios a la sociedad gracias a los Derechos humanos,
en los cuales estableció la abolición a la esclavitud, la consagración del derecho
de asilo, las limitaciones de la pena capital, el establecimiento de jurados y
la eliminación de los fueros. Los “tiempos
de oro” de patriotismo y justicia.
Digo tiempos aquellos, porque
ahora no siento que hablemos de nuestro país con la devoción y el amor por la
que muchas personas perdieron la vida y la libertad, damos por hecho que
tenemos un país libre y que hacemos lo que queremos dentro de él.
CUIDADO! Primero que nada, no
creo que seamos un país libre. Sino, no estuviéramos realizando todo tipo de
reformas a nuestra constitución y leyes por órdenes de los países que nos envían
las ayudas económicas y de desarrollo. No creo que seamos un país libre, porque
no podemos expresarnos de la manera que deseamos en todo tipo de círculo, ya
que expondríamos nuestra vida y la de nuestras familias. No creo que seamos un país
libre, ya que no puedo salir a caminar con mi familia en algún parque nacional sin
ser asaltado o extorsionado por unas monedas. No creo que seamos un país libre, porque los políticos se pelean casi a golpes frente a las cámaras y noticieros, pero cenan,
brindan y hasta casi caminan de la mano. No creo que seamos un país libre, ya
que los medios de comunicación escogen que noticias exponen o no exponen a las
personas que toman las decisiones del país. No creo que seamos un país libre,
porque en El Salvador arrestan y condenan a quien dispare contra un policía,
pero no cuando quien dispara a un policía
es un diputado.
Quisiera poder celebrar el día de
la independencia de El Salvador como lo hacen los niños en las escuelas, con alegría
y devoción patriótica. Pero viendo la realidad nacional, es muy deprimente ya
que nosotros mismos nos ponemos nuestras cadenas de esclavitud hacia nuestra
propia desgracia.
Quisiera que durante un momento pensáramos
que estamos en la época de nuestros próceres
y sientan ese aire de libertad y de satisfacción de erradicar todas las tiranías
que existen en la época, toda la felicidad de una sociedad salvadoreña y de una región centroamericana brillando y sonriéndole
al futuro. Lean con ese mismo orgullo la Oración a la bandera, escrita por el doctor
David J. Guzmán
ORACIÓN A LA BANDERA
SALVADOREÑA
“Dios te salve, Patria Sagrada, en tu seno hemos nacido y amado; eres el
aire que respiramos, la tierra que nos sustenta, la familia que amamos, la
libertad que nos defiende, la religión que nos consuela.
Tú tienes nuestros hogares queridos, fértiles campiñas, ríos majestuosos,
soberbios volcanes, apacibles lagos, cielos de púrpura y oro.
En tus campos ondulan doradas espigas, en tus talleres vibran los
motores, chisporrotean los yunques, surgen las bellezas del arte.
Patria, en tu lengua armoniosa pedimos a la Providencia que te ampare,
que abra nuestra alma al resplandor del cielo, grabe en ella dulce afecto al
Maestro y a la Escuela y nos infunda tu santo amor.
Patria, tu historia, blasón de héroes y mártires, reseña virtudes y
anhelos; tú reverencias el Acta que consagró la soberanía nacional y marcas la
senda florida en que la Justicia y la Libertad nos llevan hacia Dios.
¡Bandera de la Patria, símbolo sagrado de El Salvador, te saludan
reverentes las nuevas generaciones!
Para ti el sol vivificante de nuestras glorias, los himnos del
patriotismo, los laureles de los héroes.
Para ti el respeto de los pueblos y la corona de amor que hoy ceñimos a
tus inmortales sienes.”
¿Podremos leerla de nuevo con
orgullo y devoción pensando que estamos en 2012?
Saludos,
AdC
Tu celebras la independencia de El Salvador en los bares del pais. ¡QUE DEVOCION!
ResponderEliminarTOMAAAA!
ResponderEliminar(flaming lamborgini:)